viernes, 4 de julio de 2014

LA COMPLICADA LABOR DEL SANADOR


 

 

 
      Llevo cinco años trabajando para la humanidad, a veces pasando dificultades, soledad, dolor, críticas e incomprensión, pero trabajando por la persona enferma y a favor siempre de mis semejantes, sintiéndome útil y satisfecho por la labor que realizo, todo ello me hace feliz y doy gracias al Maestro Jesús y a mis Guías por la ayuda que me prestan y por haber confiado en este humilde servidor de la humanidad. (Habiendo curado a muchos enfermos de las más diversas dolencias mi archivo esta repleto de testimonios escritos por  personas de todas las categorías sociales con sus nombres y teléfonos todo verificable en caso necesario)
      Tengo días que al final de mi extensa jornada, me siento desfallecer, agotado y sin fuerzas, en mas de una ocasión y con mi cuerpo físico derrotado en beneficio de otros he pensado en abandonar mi labor, pero se que no muchos se prestarían a hacer una labor como esta y en conciencia sigo luchando, me echo a descansar y mis Maestros y Guías de alguna forma y en pocas horas de descanso saturan mi cuerpo de fuertes energías para volver al día siguiente con fuerzas recobradas para ofrecérselas al necesitado de ayuda.
     Nadie que no conozca la labor de un Sanador estaría capacitado para enjuiciar, criticar y ensuciar el hacer de estos seres, que aunque muchos no lo crean se dejan la vida, dando vida a aquel que la esta perdiendo y en muchas ocasiones sufriendo malestares y dolores que aquejan a los seres que le visitan.
     La riqueza y los bienes adquiridos tienen para todos aquellos que los reúnen, la recompensa del esfuerzo que hicieron para conseguirlos, siempre que su obtención haya sido leal y honesta, pero todo esto es inútil para la felicidad del Espíritu porque el Espíritu tiene que regresar al mundo espiritual donde ninguna riqueza de este mundo servirá, pero si obtiene riquezas y las emplea en obras meritorias para sus semejantes se convertirán en beneficio para su propio Espíritu y habrá conseguido un progreso espiritual y ese progreso espiritual le acompañará  a su regreso al mundo invisible o espiritual.
      Todo Sanador debe tener cubiertas sus necesidades de cualquier índole, pero no debe de hacer ostentación de grandeza ni superioridad sino todo lo contrario ser el más humilde de todos. Porque al estar sin preocupaciones mundanas, pasiones deshonestas, vicios y problemas de cualquier tipo adquirirá P A Z y con esa paz y esa entrega su labor será entonces mas efectiva porque ninguna energía destabilizadora entrará en el, y es cuando toda la energía fluirá con tal fuerza hacia las personas necesitadas que por ley acuden a el.
      Yo entiendo así esta Ley, así la comunico y así la practico, nunca seré un potentado económicamente pero si algún día lo fuese por un golpe de suerte dejaría una Institución que tengo en mente que asombraría  al mundo. Por ahora solo pretendo vivir sana y honradamente repartiendo aquello que me dan  PAZ  Y SALUD.
     Ahora quiero terminar este escrito con aquellas palabras del Maestro “Bienaventurados los que sufren porque ellos serán consolados”
 
       GRACIAS H.MANUEL`POR SER MI PADRE Y MAESTRO.
 
                         NATUROPATA Y SANADOR   JESUS     MATEO.

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