Por qué los humanos no dejan de fabricar limitaciones y cargas inútiles?
No se dan cuenta de que hundiéndose en la materia pierden la alegría de vivir. Todas las cargas que han acumulado pesan en su corazón, desháganse de ellas y la alegría volverá.
Muchos viajeros que visitan países muy pobres, a menudo se sorprenden de descubrir una población alegre, sonriente, ¡mientras que en los países prósperos las personas tienen una cara tan sombría! Pues bien, sí, contrariamente a lo que uno puede creer, la abundancia material no da tanta alegría a las personas.
Ahora, las personas se volvieron prisioneras de todo ese mundo artificial que se fabricaron. Las cosas han ido tan lejos, el comercio y las finanzas ocupan una tal importancia que uno no ve cómo se puede salir de semejante engranaje.
JESUS MATEO.
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